Si o no?, que es mejor para tu hijo?
Que es mejor para tu hijo?

Se ha discutido mucho sobre qué hacer con los ordenadores, las tablets y los móviles en clase, la cantidad de evidencia en un sentido y en otro hace que las decisiones se acaben tomando por los prejuicios del que tenga que tomar la decisión.
Como se entiende con la ayuda del ordenador?
Porque sí, conforme van pasando los años, la evidencia apunta al hecho de los ordenadores, las tabletas y los móviles suponen un problema para aprender. El mero hecho de que un texto tenga un hiperenlace ya reduce nuestra capacidad de atención. La duda es si los beneficios a largo plazo, compensan esos problemas a corto plazo.
Un portátil puede ser una herramienta excepcional para completar la información de la clase, para acceder a las fuentes a tiempo reales o para agilizar nuestra velocidad a la hora de tomar notas. También puede ser una herramienta ideal para pasar largas horas de clase jugando al Call of Duty o aprendiéndonos al dedillo el Instagram de nuestro famoso favorito.
Es posible que los alumnos más exitosos usen estrategias que ayuden a utilizar los ordenadores a su favor; mientras que los estudiantes menos exitosos, no lo consigan. Es decir, muchos estudios no hablan tanto sobre los ordenadores o las tablas como sobre las personas que los utilizan.
Los resultados a largo plazo tampoco son positivos


Una reciente serie de experimentos de UCLA y Princeton ha señalado que, sistemáticamente, el uso de portátiles conlleva una peor comprensión de charlas, clases y conferencias.
Las conclusiones no son firmes, pero dibujan un panorama bastante claro y negativo.
El impacto en los demás
Pero hay otro problema que resulta más difícil de superar: el efecto en el resto de los estudiantes. Es decir, el efecto del ordenador en los alumnos que, estando cerca, no están usando el ordenador. Un grupo de investigación canadiense estudió cómo afectaban el uso del ordenador a los estudiantes.
La prueba consistía en pedir a algunos alumnos que miraran cosas no relacionadas con la clase en el ordenador. Como era razonable, esos estudiantes aprendieron menos, pero lo interesante es que también afectaba a los que estaban sentados a su lado.

Este argumento es central para lo que hablábamos al principio: tomar decisiones basadas en la evidencia. Es muy probable que a medio plazo seamos capaces de organizar la docencia para que las herramientas electrónicas mejoren el aprendizaje.
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