Teorías psicométricas o factorialistas
Teorías psicométricas o factorialistas
Basan el estudio de la personalidad en el conjunto de las variables más importantes que intervienen en la conducta: introversión, extroversión, neuroticismo-control emocional, etc., asumiendo que las características peculiares de cada individuo vendrían dadas por el grado en que posee cada una de estas variables y como se relacionan entre sí en cada persona en concreto.
En la vida diaria todos hacemos uso de ese modelo al clasificarnos unos a otros con arreglo a ciertas categorías. “Soy nervioso”, “me afectan mucho las cosas”, “paso de todo”. Estas categorías son los rasgos, es decir cualquier cosa perceptible y relativamente duradera en la que un individuo se diferencia de otro desde el punto de vista psíquico.
De esta forma el rasgo seria, según el grado en que cada individuo posea el atributo al que se refiere, el carácter diferenciador de la personalidad (más o menos nervioso, emotivo, agresivo, etc).
Para llegar a identificar los rasgos, se utiliza el análisis factorial, método a través del cual, se obtiene además la “composición” de cada factor según sus elementos.
Para comprender lo que a través del análisis factorial se intenta llevar a cabo, se puede recurrir a una analogía con el espacio físico. Para localizar una ciudad o un pueblo utilizaremos dos dimensiones “norte-sur” y “este-oeste”. Toda ciudad está a cierta distancia hacia el norte o al sur de nosotros, y a cierta distancia este u oeste. Además podemos utilizar las dimensiones noroeste-sudeste, etc., aunque en si no es necesario y con dos resulta suficiente.
Pues bien, el análisis factorial es una técnica matemática para identificar esas dimensiones, en este caso de la personalidad, a partir de la información que poseemos acerca del “espacio” en cuestión. Este “espacio” serían los rasgos que hemos definido. Por seguir con nuestro ejemplo, si queremos situar Barcelona en el mapa diremos que esta al norte y al este de la Península Ibérica. Del mismo modo, “localizaremos” la personalidad nerviosa en un alto grado de emotividad y con unas reacciones inmediatas al estímulo externo en el “mapa” de todas las posibles características, rasgos o factores que puedan conformar la personalidad en mayor o menor grado. Para correlacionar todos estos datos entre si se utiliza una computadora que ordena y agrupa la infinidad de matices que constituyen una tipología para caracterizar a cada individuo según su situación en esos factores básicos comunes de la personalidad humana.
En resumen las teorías psicométricas o factorialistas se basan en los siguientes puntos:
1) El comportamiento humano manifiesta cierto grado de uniformidad en las respuestas a determinados estímulos; si no fuera así, sería muy difícil elaborar teorías generales sobre el mismo, y elaborar algunas semejanzas entre los individuos que manifiestan ciertos comportamientos.
2) De lo anterior se deduce que pueden distinguirse diferentes grados dentro de esa uniformidad por lo que se dice que la personalidad esta “jerárquicamente estructurada”.
3) Estos diferentes grados se clasifican mediante análisis estadísticos de las conductas de los sujetos, obteniéndose así los diferentes niveles de rasgos que forman la personalidad. En otras palabras, estadísticamente se comprueba que, por ejemplo, las personas con una conducta extravertida tienen muy desarrollados en su personalidad los rasgos de sociabilidad, impulsividad, actividad y vivacidad.
4) El comportamiento anormal no es cualitativamente diferente del comportamiento normal, es decir, representa un extremo de una línea continua que iría de lo normal a lo anormal, pero sin que ningún límite exacto los divida. Y es posible localizar a cualquier individuo en cada una de estas líneas básicas de comportamiento estableciendo la estructura de su personalidad, según tres dimensiones:
- a. Extraversión-introversión: Se define así al sujeto introvertido típico. “Es una persona tranquila, apacible, introspectiva, amiga de los libros más que de los hombres, reservado y poco comunicativo, salvo con sus amigos. Planifica su futuro, “mira antes de saltar”.. y desconfía del impulso del momento. No le gusta la emoción, se toma en serio su vida cotidiana. Mantiene sus sentimientos bajo un severo control, pocas veces se comporta de modo agresivo y no pierde los nervios con facilidad. Es una persona seria, un tanto pesimista y concede gran valor a las normas éticas”
Las características de la persona extravertida serían las opuestas.
- b. Neuroticismo-estabilidad: resumiendo los datos obtenidos por medio de diferentes pruebas, se concluye que: “El neurótico, por término medio, es una persona con ciertas deficiencias de cuerpo y de mente, por debajo de la media en inteligencia, voluntad, control emocional, agudeza sensorial y capacidad de actuar por sí mismo. Es sugestionable, poco persistente, lento en pensamiento y acción, no sociable, y tiende a reprimir los hechos displanceteros”
La personalidad estable tendrá lógicamente los rasgos contrarios.
- c. Psicoticismo, su opuesto seria la normalidad. La definición que resume los hallazgos sobre esta variable seria la siguiente: “los psicóticos son menos fluidos que los normales, se desenvuelven probablemente en la suma continua y en el dibujo con espejo, muestran una oscilación más lenta ante la inversión del test de perspectiva, tardan más en seguir el contorno con el punzón, se muestran menos resueltos con respecto a las actitudes sociales, revelan una menor facilidad de concentración, tienen menos memoria, tienden a hacer movimientos más grandes y a sobreestimar las distancias y las puntuaciones, tienden a leer con mayor lentitud, a golpear más despacio y a mostrar niveles de aspiración muchos menos adaptados a la realidad”
En estas definiciones, como se ve, se describen los resultados que se obtienen en las pruebas (tesis, etc) con estos sujetos, pero muy poco o nada aportan acerca de sus características de personalidad.
Esta orientación en el estudio de la personalidad, hizo de los rasgos y factores en fundamento de las teorías mencionadas. Pero en el fondo, los factores de personalidad (extraversión, neuroticismo, rigidez, etc), medidos por las escalas y cuestionarios, son variables que sirven para clasificar.
Su función consiste en modular o regular, y no en producir las respuestas psicológicas del individuo a los estímulos del mundo exterior.
En resumen, estos rasgos confieren un estilo propio a la personalidad, pero no la producen. Esta es la objeción de algunos autores a un estudio únicamente factorista de la personalidad.
Sin embargo este enfoque es válido siempre que no se exagere su importancia y sea complementado por otros modelos.
De cualquier forma la personalidad concebida como un conjunto de estructuras intermediarias entre el estímulo proveniente del medio y la conducta del individuo, es un hecho que tiene una existencia real e independiente.
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